martes, 19 de diciembre de 2017

Chelonoidis carbonaria, la tortuga de patas rojas

Hace bien poco hablando de una tortuga y tras hacer una introducción de la Clase Sauropsida y el Orden testudines hablaba un poco del Suborden Cryptodira y decía que los criptodiros son un suborden que incluye a la mayoría de las tortugas marinas y terrestres y que se caracterizan porque para esconder la cabeza dentro de su caparazón descienden el cuello y lo contraen directamente de forma recta, presentan 11-12 escudos en su caparazón y 8-9 huesos en el plastrón. Comprende las siguientes familias vivas en la actualidad:

Familia Chelydridae

Superfamilia Chelonioidea


Familia Cheloniidae
Familia Dermochelyidae

Superfamilia Kinosternoidea

Familia Dermatemydidae
Familia Kinosternidae
Familia Platysternidae
Familia Staurotypidae

Superfamilia Testudinoidea

Familia Emydidae
Familia Geoemydidae
Familia Testudinidae

Superfamilia Trionychoidea


Familia Carettochelyidae
Familia Trionychidae

La superfamilia Testudinoidea incluye a tres familias extintas (Haichemydidae, Lindholmemydidae y Sinochelyidae) y tres famiias vivas en la actualidad: Emydidae, Geoemydidae y Testudinidae.

Los testudínidos (FamiliaTestudinidae) son tortugas terrestres herbívoras que podemos encontrar en todos los continentes excepto en Oceanía y en la Antártida. Algunas de sus especies alcanzan tamaños gigantescos, como la tortuga gigante de Aldabra o la tortuga de las Galápagos. Comprende los siguientes géneros vivos en la actualidad:
  • Género Aldabrachelys
  • Género Astrochelys
  • Género Centrochelys
  • Género Chelonoidis
  • Género Chersina
  • Género Geochelone
  • Género Gopherus
  • Género Indotestudo
  • Género Kinixys
  • Género Malacochersus
  • Género Manouria
  • Género Psammobates
  • Género Pyxis
  • Género Stigmochelys
  • Género Testudo

Chelonoidis es un género de tortugas de la familia Testudinidae, constituido por especies terrestres que habitan en Sudamérica continental, y que incluye también a las tortugas gigantes de las oceánicas islas Galápagos. Todas sus especies anteriormente fueron asignadas a Geochelone, pero análisis genéticos comparativos han indicado que están realmente más estrechamente relacionadas al género africano Kinixys. Sus antepasados al parecer conquistaron Sudamérica en el Oligoceno, cruzando el Atlántico, al que llegaron arrojadas por grandes inundaciones de los ríos del oeste africano. Este cruce fue posible tanto por su capacidad de flotar con la cabeza apuntando hacia arriba, como por la de poder sobrevivir hasta seis meses sin comida ni agua. Tenemos las siguientes especies:
  • Chelonoidis abingdonii (Günther, 1877) - tortuga de Pinta.
  • helonoidis becki (Rothschild, 1901) - tortuga del norte de Isabela.
  • Chelonoidis carbonaria (Spix, 1824) - tortuga de patas rojas.
  • Chelonoidis chathamensis (van Denburgh, 1907) - tortuga de San Cristóbal.
  • Chelonoidis chilensis (Gray, 1870) - tortuga patagónica.
  • Chelonoidis darwini (van Denburgh, 1907) - tortuga de Santiago.
  • Chelonoidis denticulata (Linnaeus, 1766) - tortuga de patas amarillas.
  • Chelonoidis donfaustoi Poulakakis, Edwards & Caccone, 2015
  • Chelonoidis duncanensis (Garman, 1996) - tortuga de Pinzón.
  • Chelonoidis hoodensis (van Denburgh, 1907) - tortuga de Española.
  • Chelonoidis nigra (Quoy & Gaimard, 1824) - tortuga de Floreana.
  • Chelonoidis petersi (Freiberg, 1973) - tortuga chaqueña.
  • Chelonoidis phantastica (van Denburgh, 1907) - tortuga de Fernandina.
  • Chelonoidis porteri (Rothschild, 1903) - tortuga de Santa Cruz.
  • Chelonoidis vicina (Günther, 1874) - tortuga del sur de Isabela.

Chelonoides carbonaria, chilensis, denticulata y petersi son especies que se encuentran en la Sudamerica continental, mientras que el resto son especies de las Islas Galapagos, se encuentran entre las tortugas terrestres vivientes más grandes del mundo y hasta hace poco eran tratadas como simples subespecies de una única especie: Chelonoidis nigra., pero hoy se las considera especies plenas. Las especies Chelonidis abigdonii, phantastica y  nigra son especies ya extintas.

Chelonoidis carbonaria (Spix 1824)


Esta es la vulgarmente denominada tortuga terrestre de patas rojas. Es una tortuga nativa de las sabanas y bosques, desde Panamá hasta las Guayanas, Brasil, Paraguay, Uruguay, el norte de Argentina y en algunas islas del Caribe. En Venezuela y Colombia es conocida como morrocoy sabanera (o simplemente morrocoy).

Es mucho más pequeña que su vecina, la tortuga de patas amarillas (Chelonoidis denticulata). El caparazón es de color negro o pardo obscuro con manchas amarillas-anaranjadas o anaranjadas-rojizas, mide entre 30 y 35 cm de largo de media. El plastrón es predominantemente amarillo. En la cabeza y las patas, especialmente las delanteras, tiene manchas rojas o anaranjadas. El macho es mucho más grande que la hembra, su cola es mayor longitud y su caparazón es más amarillo y hundido en la parte inferior, para facilitar el momento del apareamiento.


Es una tortuga diurna, normalmente habita en los bosques secos tropicales y en matas de monte. Vive en todos los tipos de hábitat de selva y también habita en la sabana, incluidos pastizales resultantes de la ganadería, la tala y quema agrícola. La tortuga de patas rojas es herbívora y carroñera; consume flores (especialmente rojas y amarillas), hojas, fruta caída, setas silvestres, invertebrados, vivos y carne de lagartijas, aves o peces, fresca o descompuesta.

El ritual del cortejo se caracteriza por los movimientos con la cabeza por parte del macho, después se mueve para olerle la cola y finalmente se produce la monta y el apareamiento.;

Para la ovoposición la hembra cava un hoyo de hasta 30 cm donde deposita los huevos en número de 2 a 15 por puesta entre julio y septiembre.  Los huevos son alargados (alrededor de 2 "x 1.5") y tienen una cáscara frágil. La incubación dura 120 a 150 días. Las crías son redondas y planas, y miden alrededor de 1,5 cm de diámetro.

Las tortugas de patas rojas están protegidas bajo el Apéndice II del Convenio sobre el Tráfico Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES). En todos los países de su área de distribución, la mayor amenaza para la supervivencia de las tortugas de patas rojas es la caza excesiva por el hombre. Otra amenaza que sufre es la pérdida de hábitats y la agricultura. La exportación para el comercio de mascotas también tiene un efecto negativo

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