domingo, 9 de julio de 2017

Calliptamus bárbarus (segunda parte de los de las alas rectas)

Los caelíferos o celíferos son los conocidos como saltamontes, chapulines o langostas.

Ya dije en la entrada anterior en la que introducía el género ortóptera y comentaba sobre Tettigonia viridíssima que los Caelíferos se diferencian  de Ensifera porque las antenas son cortas y tienen casi siempre menos de 30 artejos. Se trata de insectos herbívoros, algunos de los cuales son graves plagas para la agricultura.

Las hembras son de mayor tamaño que los machos. Tienen unas patas traseras que son típicamente largas y fuertes, apropiadas para saltar. Generalmente cuentan con alas, pero sólo las traseras son membranosas y les permiten volar, mientras que las delanteras son coriáceas y no son útiles en el vuelo.

Algunas especies producen ruidos audibles, usualmente frotando los fémures contra las alas o el abdomen o con el golpeteo de las alas en el vuelo. Si cuentan con órganos de audición, este se encuentra los costados del primer segmento abdominal.

Los huevos se colocan generalmente en una sustancia espumosa que los protege durante la incubación. Típicamente el número de huevos que pone una hembra ronda entre los 1000 y 10.000.

Los caelíferos toman el aire para respirar a través de los espiráculos que se encuentran en los costados del abdomen y el tórax. Estos son la entrada a un sistema de tubos conocidos como tráquea y traqueolas, que llevan el aire a las células del cuerpo y extraen anhídrido carbónico.

Algunas especies realizan grandes migraciones, circunstancia que se da cuando se concentran demasiados individuos en una misma zona. Ante la escasez de alimento, su organismo libera una serie de feromonas que fomentan la movilidad alar para que los individuos puedan desplazarse volando a otros lugares y evitar así la competencia intraespecífica por el alimento.

Su desarrollo consta de seis etapas, desde recién nacidos hasta que llegan a adulto maduro con alas.

Se distinguen dos infraórdenes (Acrididae y Trydactilidae) con las siguientes Superfamilias y familias

Infraorden Acrididae

       
Superfamilia Acridoidea

            Familia Acrididae
            Familia Charilaidae
            Familia Dericorythidae
            Familia Lathiceridae
            Familia Lentulidae
            Familia Lithidiidae
            Familia Ommexechidae
            Familia Pamphagidae
            Familia Pyrgacrididae
            Familia Romaleidae
            Familia Tristiridae

       Superfamilia Eumastacoidea

            Familia Chorotypidae
            Familia Episactidae
            Familia Eumastacidae
            Familia Euschmidtiidae
            Familia Mastacideidae
            Familia Morabidae
            Familia Promastacidae†
            Familia Proscopiidae
            Familia Thericleidae

        Superfamilia Locustopsoidea†

            Familia Araripelocustidae†
            Familia Bouretidae†
            Familia Eolocustopsidae†
            Familia Locustavidae†
            Familia Locustopsidae†

        Superfamilia Pneumoroidea

            Familia Pneumoridae

        Superfamilia Pyrgomorphoidea

            Familia Pyrgomorphidae

        Superfamilia Tanaoceroidea

            Familia Tanaoceridae

        Superfamilia Tetrigoidea

            Familia Tetrigidae

        Superfamilia Trigonopterygoidea

            Trigonopterygidae
            Xyronotidae


 Infraorden Tridactylidae
 

        Superfamilia Dzhajloutshelloidea†

            Familia Dzhajloutshellidae†

        Superfamilia Regiatoidea†

            Familia Regiatidae†
       
       Superfamilia Tridactyloidea

            Familia Cylindrachetidae
            Familia Ripipterygidae
            Familia Tridactylidae


Los acrídidos (Infraorden Acrididae, Superfamilia Acridoidea y Familia Acrididae) son una familia que se caracteriza por su gran facilidad para migrar y rápida reproducción, llegando a formar devastadoras plagas capaces de acabar con la vegetación de grandes extensiones de terreno.

Poseen largas patas posteriores para saltar y un aparato bucal para masticar y comer hojas. Su actividad es principalmente nocturna y utilizan sus antenas y ojos para explorar el terreno. Los músculos de sus patas son mil veces más potentes que un peso igual de músculo humano, por lo que las langostas al saltar pueden llegar a una altura de 50 cm, que equivale a diez veces la longitud de su cuerpo; además, pueden saltar veinte veces su longitud.

Tienen dos pares de alas, aunque algunas especies son incapaces de volar. Las alas posteriores pueden tener colores brillantes para producir un destello de color cuando el insecto salta en el aire; esta demostración los ayuda a confundir a los depredadores. Generalmente no vuelan mucho a pesar de que disponen de alas. Sólo cuando se juntan grandes grupos de individuos de la misma especie liberan las feromonas apropiadas para activar la conducta migratoria y un crecimiento mayor de las alas y de esa manera poder dispersarse por otros territorios, evitando la competencia intraespecífica por el alimento. Algunas langostas pueden cerrar sus alas en pleno vuelo y hacer un picado para escapar de sus enemigos. En el aire la langosta mueve sus alas a velocidad de 20 golpes de ala por segundo, alcanzando una velocidad de 3,7 km/h (depende de la velocidad del viento, y llegan a recorrer más de 90 km por día).

Las langostas jóvenes son incapaces de volar hasta que se convierten en adultos. Cambian de color cuando se agrupan, adquiriendo una tonalidad naranja, amarillenta brillante y negra.
Por lo general, las langostas producen solo una generación nueva por año. Cuando éstos eclosionan, las ninfas tienen el aspecto de insectos adultos en miniatura para después mudar la cutícula entre 5 y 15 veces antes de alcanzar la madurez temprana.

Calliptaminae Tinkham, 1940 es una subfamilia de la familia Acrididae que contiene los siguientes géneros:

    Acorypha Krauss, 1877
    Bosumia Ramme, 1929
    Brachyxenia Kirby, 1914
    Calliptamus Serville, 1831
    Damaracris Brown, 1972
    Indomerus Dirsh, 1951
    Palaciosa Bolívar, 1930
    Paracaloptenus Bolívar, 1876
    Peripolus Martínez y Fernández-Castillo, 1898
    Sphodromerus Stål, 1873
    Sphodronotus Uvarov, 1943
    Stobbea Ramme, 1929

Y el género Calliptamus, originario de Europa, África y Asia, contiene las siguientes especies

    Calliptamus abbreviatus Ikonnikov, 1913
    Calliptamus balucha Uvarov, 1938
    Calliptamus barbarus (Costa, 1836)
    Calliptamus cicatricosus Bolívar, 1889
    Calliptamus coelesyriensis Giglio-Tos, 1893
    Calliptamus cyrenaicus Jago, 1963
    Calliptamus doii Lee & Lee, 1985
    Calliptamus italicus (Linnaeus, 1758)
    Calliptamus madeirae Uvarov, 1937
    Calliptamus mus Bolívar, 1936
    Calliptamus plebeius (Walker, 1870)
    Calliptamus siciliae Ramme, 1927
    Calliptamus tenuicercis Tarbinsky, 1930
    Calliptamus turanicus Tarbinsky, 1930
    Calliptamus wattenwylianus Pantel, 1896
    †Calliptamus strausi Harz, 1973


Hablaré ahora por fin de una especie,

Calliptamus bárbarus, Costa, 1863

La palabra Calliptamus deriva del griego "kallos, kallis" que significa bello  y "ptamenos, ptenos, ptanos, e, on" que significa que vuela o alado. El término barbarus deriva del latín "barbarus, -a, -um" que significa extranjero.

Calliptamus barbarus se distribuye por la Europa mediterránea y el norte de África.  Es un saltamontes de algo más de 2 centímetros de tamaño que posee una alta variabilidad de diseños. En general es pardo rojizo, con marcas negras y blancas en las alas anteriores y manchas negras en los fémures. Pero también pueden presentar una forma oscura, con la cabeza y el cuerpo prácticamente negros, con líneas blancas que parten de las antenas, continúan por los bordes del pronoto y se extienden por las alas anteriores.
Ejemplar joven de Calliptamus bárbarus con las alas aún sin desarrollar completamente

El abdomen es corto, con las alas igualmente cortas que apenas llegan a cubrirlo por completo. Tiene las alas posteriores de color rojo intenso en la región basal, y transparentes en el resto.

Forma poblaciones numerosas, en terrenos de escasa humedad. A veces se concentran sobre determinados cultivos: parrales, ciruelos, olivos y almendros, sobre los que pueden constituir verdaderas plagas. Se la suele ver desde finales de verano hasta entrado el otoño.

La especie se divide en las siguientes subespecies:

    C. b. cephalotes
    C. b. barbarus
    C. b. palaestinensis

Mismo ejemplar que la fotografía anteriores
Se puede apreciar su gran capacidad de mimetismo
Ninfa de Calliptamus bárbarus, de minúsculo tamaño y sin alas.

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